LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y LA CRISIS"

La sociedad venezolana en los últimos años, sobre todo, desde finales de la cuarta república, ha venido pasando por procesos socio-económicos muy importantes; desde el punto social se han hechos trasformaciones del marco jurídico del país, se a impulsado el fortalecimiento del Estado como ente regulador de los sectores que considera estratégicos (como la energía, la construcción, la alimentación, la salud y la educación entre otros), y desde el punto de vista económico, el Estado se ha incorporado activamente a la producción de bienes y servicios con el objeto de incidir en la oferta y en la demanda para así establecer banda en los precios, sobre todo para aquellos artículos de primera necesidad. 

Así mismo, se han impuesto medidas regulatorias en casi todos los sectores de la economía, tales como la bancaria, la inmobiliaria, la agrícola y la petrolera, por supuesto. De igual manera se han estatizado muchas empresas que estaban en manos de particulares, sobre todo aquellas que de alguna manera forman parte de las líneas estratégicas del Estado. Si a todo esto se le añade los elementos políticos y los cambios propios de un proceso de transformación en prácticamente todas las estructuras del Estado, vemos un entorno compulsivo que en muchos de los casos produce aturdimiento y muchas tribulaciones. 

Adicionalmente al entorno Nacional, se debe sumar la crisis financiera por la que están pasando las economías más consolidadas, arrastrando también a las emergentes y por supuesto a los países en desarrollo. El Producto Interno Bruto ha sufrido en los últimos años un descenso importante, y la productividad de todo el planeta se ha visto afectada. Este fenómeno ocasiona como impacto directo una contracción en la circulación monetaria en los mercados internacionales y un estancamiento del flujo de divisas que usualmente circulaban libremente por las distintas economías del planeta. De igual manera el comercio internacional se ha visto afectado y ha estado reflejando una recuperación leve para este último año. 

Ante tales hechos pareciera que las circunstancias hacia el futuro son poco alentadoras, sin embargo históricamente se ha demostrado que las crisis producen dos grandes vertientes. Una, paralizada que ante las amenazas tiende a imbuirse en el temor y la angustia neutralizando toda visión al futuro, reducción de todas sus inversiones, despido a sus trabajadores (y con ello, la inversión que han hecho en su capacitación), venta de sus equipos y hasta la migración del país donde han entregado su vida a un proyecto económicamente bueno. Otros por el contrario, se aferran a sus recursos, tanto espirituales como empresariales para enfrentar esas amenazas y correr nuevos riesgos.

La empresa, es una organización colectiva de carácter pública o privada dedicada a actividades o con fines económicos o comerciales, pero también es un sistema que interacciona con su entorno materializando una idea, de forma planificada. Dando satisfacción a las demandas de los ciudadanos y deseos de los clientes, a través de una actividad económica. Además de ser una célula económica, es una célula social. Está formada por personas y para personas. Está insertada en la sociedad a la que sirve y no puede permanecer ajena a ella. 

La sociedad le proporciona la paz y el orden garantizados por la ley y el poder público; la fuerza de trabajo y el mercado de consumidores; la educación de sus obreros, técnicos y directivos; los medios de comunicación y la llamada infraestructura económica. La empresa recibe mucho de la sociedad y existe entre ambas una interdependencia inevitable. Por eso no puede decirse que las finalidades económicas de la empresa estén por encima de sus finalidades sociales. Ambas están también indisolublemente ligadas entre sí y se debe tratar de alcanzar unas, sin detrimento o aplazamiento de las otras.

En ese sentido, la empresa como célula económica y social, requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, unos objetivos, unas tácticas y unas políticas de actuación. Se necesita de una visión previa y de una formulación estratégica. Se debe partir de una buena definición de la misión y la visión bajo el entorno actual, lo que muchos han denominado la reingeniería empresarial. Para ello se deben cumplir un protocolo y un procedimiento riguroso, metódico, organizado, estructurado y sobre todo participativo, en donde los niveles ejecutivos y operativos de la organización puedan expresar sus puntos de vista y sus temores, pero a la vez su optimismo y alternativas para consolidar esa célula social de donde depende sus familiares fundamentalmente. Eso se llama Planificación Estratégica en Situación de Crisis y para lo cual se utiliza de manera irrestricta a la consultoría estratégica.

Por consultoría estratégica se entiende el apoyo externo de un grupo de Profesionales hacia un Emprendedor, que desea cambiar o mejorar el rumbo de su empresa, trabajando desde el punto de vista de que aquella es un TODO, en el que partiendo de los estudios de base internos y externos, se pueda desarrollar una Plan Estratégico a futuro razonable que mejore sustancialmente la situación actual y se maximicen los beneficios.